Debido a esta enfermedad el gato hace ruido al respirar y presenta
síntomas como secreción ocular y nasal, tos, estornudos, fiebre, falta
de apetito, depresión, úlceras bucales, dolor al tragar, respiración con
la boca abierta y la lengua fuera, etc. El gato que deja de comer
corre el riesgo de deshidratarse, por eso, y porque la afectación
ocular puede desembocar en úlceras corneales y ceguera, debemos acudir al veterinario.
Esta enfermedad la provocan herpesvirus y calicivirus pero, como suele complicarse con la aparición de infecciones bacterianas, el veterinario nos prescribirá antibióticos y el tratamiento de soporte que necesite el gato, como fluidoterapia y analgesia.
Es importante conseguir que coma ofreciéndole alimentos palatables tibios para mejorar la aceptación. El gato que se cura quedará como portador, pudiendo volver a manifestar síntomas en momentos de estrés.
Esta enfermedad la provocan herpesvirus y calicivirus pero, como suele complicarse con la aparición de infecciones bacterianas, el veterinario nos prescribirá antibióticos y el tratamiento de soporte que necesite el gato, como fluidoterapia y analgesia.
Es importante conseguir que coma ofreciéndole alimentos palatables tibios para mejorar la aceptación. El gato que se cura quedará como portador, pudiendo volver a manifestar síntomas en momentos de estrés.
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